¿Sabías que tener tus espacios ordenados te aporta confianza, tranquilidad, seguridad y mejora el rendimiento? Pues sí, aunque no lo creas el orden incide directamente en nuestra capacidad de atención, concentración y resolución de tareas. Nos convierte en personas más efectivas.
En Psicología se ha estudiado la relación entre cómo está o tienes tu espacio externo y cómo tienes la mente. A más espacio ordenado y limpio, mejor gestión de nuestros pensamientos y emociones. En resumidas palabras “el afuera es un reflejo de cómo estamos dentro”.
Permanecer en un espacio desordenado y caótico pueden generar consecuencias negativas en nuestra salud mental, veamos algunas:
Los espacios desordenados nos producen tensión y estrés tras el hecho de no poder encontrar las cosas a la primera o emplear demasiado tiempo en localizar algo. Bloquea la creatividad, impidiendo que nuestras ideas fluyan de manera natural. Limita nuestra capacidad de organización, pues difícilmente se puede planificar en medio del caos. Reduce la atención y la concentración, pues estamos expuestos a muchos estímulos a la vez, lo que se traduce en dispersión. Ante este panorama es casi imposible gestionar adecuadamente el tiempo y evidentemente se ve afectado nuestro rendimiento y productividad.
Estos malos hábitos no sólo tienen consecuencias en lo conductual, también impactan la salud física y mental, generando cuadros de ansiedad, estrés, insomnio, desmotivación, apatía, cansancio mental, contracturas, dolor de cabeza, tensión muscular, entre otras.
Es por ello que debemos enfocarnos en cambiarlos y entender que mantener un espacio de trabajo limpio y ordenado nos aportará innumerables beneficios. Tales como:
- Promueve la eficacia y eficiencia al hacernos más ágiles en todas nuestras gestiones
- Fomenta la atención y la concentración, evitando distracciones innecesarias.
- El trabajo se simplifica y resulta más agradable.
- Optimiza la administración del tiempo, pues invertimos menos tiempo en hacer las cosas, al contar con un menor número de elementos distractores en nuestro entorno de trabajo.
- Incrementa la productividad y el rendimiento ya que estamos más concentrados y podemos trabajar de forma eficiente con fluidez de nuestra creatividad.
- Favorece la planificación y la organización previa.
- Se reducen los riegos de accidentes laborales.
- Es un claro reflejo de cómo estás, lo cual dice mucho de ti. Si mantienes en buen estado tu espacio de trabajo, también trabajarás para cuidar de ti y esto es visible a los demás.
- Te ayudará a sentir menos estrés, ansiedad, preocupaciones, tensiones musculares, etc. Y potenciará estados de calma, seguridad, confianza y orden en nuestra mente y en nuestro cuerpo, lo que redunda en una mejora del bienestar emocional y físico.
Recuerda siempre, por ley de correspondencia “Como es afuera, es adentro”.