Mantener una actitud positiva ante un horario cargado de actividades será fundamental a la hora de mantenernos motivados a pesar del cansancio y de las exigencias de última hora. Para ello, una de las estrategias que mejor funcionan es la planificación.
Planificar significa poder ordenar de la mejor manera los eventos y acontecimientos, un tiempo antes de que sucedan. Definir exactamente qué es lo que vamos a hacer, de acuerdo a los criterios de importancia y urgencia, y de inmediato aplicar estrategias para la fijación de metas. Administrar el tiempo consiste en tomar decisiones sobre a qué tareas o actividades dedicarlo, establecer de antemano la importancia que queremos dar a cada actividad y decidir en función de ésta el tiempo que la vamos a dedicar.
La fijación de metas es una estrategia eficaz para el mantenimiento de la motivación al logro y de la tendencia a la superación, ya que cuando una persona tiene fijados unos objetivos y metas tanto a corto como a largo plazo, los refuerzos adquiridos por la consecución de las mismas hacen que el trabajo en las mismas se mantenga. Para poder actuar de forma eficaz en la ejecución de nuestras metas, en forma secuencial se parte de la meta, se fija el tiempo necesario para cumplirlas, ya sea a corto o a largo plazo, se asignan los recursos que creemos necesarios, se establecen las actividades, se prevén los obstáculos y se fijan los niveles de exigencia. De tal manera podemos ir evaluando cómo están funcionando los recursos empleados en cada objetivo para poder ir haciendo modificaciones.
¿Qué podemos hacer para que nuestros objetivos se cumplan?
- Describir nuestras metas de manera específica.
- Estas metas deberán ser de interés para nuestro desarrollo personal.
- Fijar el tiempo en que esperamos concretarlas con anticipación.
- Tener confianza en nosotros mismo y en las habilidades que tenemos para conseguirlas.
- Determinar la forma o método con que se trabajará para alcanzarlas.
- Evaluar el desempeño pasado un tiempo, para fijar niveles de realización superior.
- Atender condiciones externas y utilizar nuevas estrategias si es necesario para alcanzar las metas.
Una vida con propósito siempre será beneficiosa, pues nos permite fijar un camino a seguir y saber hacia dónde vamos.