Vivimos tiempos que nos demandan una cantidad importante de energía en el día a día. Ese ritmo puede llevarnos a alterar nuestros patrones de descanso, porque la tendencia es a no poder desconectarnos mentalmente, los pensamientos se quedan activados en los pendientes del día siguiente y al darnos cuenta nos ha quedado muy pocas horas para dormir, o por el contrario podemos dormirnos en el horario habitual sin problemas y luego desvelarnos pensando en lo que vendrá.
En el cuerpo humano los ciclos circadianos marcan los tiempos de activación a lo largo de las 24 horas del día, el cerebro responde a los estímulos de luz que asocia con la actividad física, mientras que en el período contrario, estos inputs se ven inhibidos por el cuerpo.
Es importante conocer la relación directa que existe entre nuestra calidad de sueño y nuestra salud física y mental. Cuando no descansamos, no logramos hacer las reparaciones necesarias para recuperar las funciones que hemos invertido durante las jornadas diurnas. Debilitamos todos los sistemas del organismo, principalmente el inmunológico. Además de manifestar síntomas que nos impiden desarrollar de manera efectiva nuestras funciones, llegando a presentar: Agotamiento mental, cambios de humor, depresión, problemas de atención, memoria y concentración, entre otros.
Por tal razón debemos con urgencia mejorar nuestra calidad de sueño. Siguiendo estas recomendaciones podemos ayudarnos:
- Evitar el uso del teléfono móvil justo antes de dormir, pues la luz que emite el aparato electrónico inhibe la producción de melatonina que es la hormona necesaria para conciliar el sueño.
- Tratar en lo posible de establecer horarios regulares en las horas de dormir, de esta manera el cerebro activa automáticamente el ciclo circadiano y se autoregula.
- Evitar hacer actividad deportiva antes de dormir, pues aunque pensemos que nos ayuda a descargar energía, la verdad es que nos activa. La hora recomendable para hacer ejercicio es a primera hora del día.
- Apagar todas las luces de la habitación. Puede parecer una tontería, pero resulta extremadamente efectivo. Mucha gente mantiene encendida una tenue luz para dormir porque alude a la tranquilidad que desprende la misma. Esto es negativo. Cualquier rayo de luz, por pequeño que sea, perturba el sueño antes de ir a dormir, incluido el televisor.
- Poner límite a los pensamientos que activan preocupaciones. Lo que sea que quedó pendiente, ya será resuelto el día de mañana.
- Concentrarse en el silencio y las páginas de un libro nos puede ayudar a conciliar mejor el momento de descanso.
- Usar la respiración consciente, que podemos acompañar con música relajante.
Y en caso de llegar a estados de insomnio, debes buscar ayuda de inmediato porque este síntoma impactará tu organismo y producirá desequilibrios en tu vida.